Con la llegada del mundo digital y lo fácil y cómodo que resulta hacer una compra online, el retail tiene el reto de hacer cambios e innovar para adaptarse al nuevo entorno.
En el mundo de hoy día, donde el online y el offline están cada vez más conectados y donde dinamizar el punto de venta y atraer a un consumidor cada vez más exigente es más complicado, las marcas tienen que esforzarse para integrar la realidad física con la digital y ofrecer algo más al cliente que acude al punto de venta a comprar un producto.
Con la llegada del mundo digital y lo fácil y cómodo que resulta hacer una compra online, el retail tiene el reto de hacer cambios e innovar para adaptarse al nuevo entorno. Y para ello, ha de comenzar entendiendo al nuevo shopper, conectando con él. Es por eso que cada vez cobra mayor importancia la experiencia de usuario, ir más allá de la simple venta de un producto o servicio para ofrecer al consumidor un momento único y que sólo puede vivir en la tienda física. Esto se puede hacer de múltiples maneras pero todas ellas encaminadas a entretener al cliente y dejar huella en él.
La clave está en generar experiencias a los consumidores. ¿Cómo conseguimos eso?
El nuevo consumidor no solo busca productos, sino que demanda experiencias; no solo busca la satisfacción racional en la compra de un producto cuando acude al punto de venta; busca, además, sentir y disfrutar de la experiencia de consumo.
La única manera de enriquecer la vivencia de compra es generar experiencias que creen lazos emocionales con los consumidores, que tienen que ver con aportar emoción, interactividad, envolver al usuario en una experiencia fuera de lo racional y ayudarlo a meterse dentro de una marca y vivirla.
Hay una regla muy simple pero básica en todo esto: conoce a tu shopper, de dónde viene, hacia dónde va, qué te compra, qué lo motiva a comprarte y todo lo relacionado a esa experiencia con tu marca.
Las marcas deben buscar una salida a los canales de venta tradicional, ya que a través de elementos como la música, el olor, la iluminación y el visual merchandising es posible influir en las decisiones de compra del shopper, incluso más que el producto en sí. ¿Cómo? Hay miles de maneras, los hipermercados, por ejemplo, son lugares donde la marca se reúne muy estrechamente con su cliente y se convierten en espacios ideales para generar estas experiencias vivenciales. La gente está predispuesta a que las marcas las sorprendan para que las elija, por lo que la aplicación de la tecnología es algo que puede marcar la diferencia con la competencia.
El cambio en retail es claro: las personas buscarán más experiencias y originalidad a la hora de elegir.