El mercado de las ventas dentro retail está evolucionando y, desde SALESLAND, siempre intentamos acercarnos a nuestros clientes y a los consumidores para poder progresar con ellos en la experiencia de venta.
Dentro de la gestión de los espacios comerciales en los que llevamos años trabajando, nos hemos enfocado en la gestión de la venta mediante la experiencia del usuario en el proceso de la venta. Hace algunos meses, uno de nuestros clientes no solicitó ayuda para integrarse en el mercado digital para la venta de sus productos.
Sin dudarlo, nos pusimos manos a la obra y pronto encontramos algunos retos que debíamos salvar. El país en el que se nos pidió la integración, los canales de venta digitales no están muy desarrollados. El presupuesto era reducido y no podíamos crear una plataforma e-commerce para la venta de productos, pues la rentabilidad del proyecto sería negativa y, además, debíamos de generar integración de la venta con los canales físicos.
Con estos ingredientes, el equipo de punto de venta, el equipo digital y el cliente, buscamos una solución integrada para poder conseguir el reto y encontrar cómo generar el valor en los procesos de venta digitales para que los consumidores llegaran a los productos.
Arrancamos concentrando todos nuestros esfuerzos en detectar cómo podíamos utilizar una plataforma e-commerce de un tercero para poder hacer una venta bidireccional, de modo que no solo el cliente pudiera comprar on-line y recibirlo en su casa, sino que pudiera realizar un click-collect para recoger el producto en un punto de venta físico. Para ello, utilizamos dos portales genéricos de productos como MercadoLibre y Linio, que nos proporcionaron el espacio para poder mostrar los productos y poder hacer la transacción electrónica lo más sencilla posible para el consumidor, pues son plataformas en las cuales los clientes ya tienen un manejo del proceso de la venta.
El siguiente paso fue definir cómo el cliente iba a recibir el pedido. Las opciones que manejábamos eran la recogida en el punto de venta y el envío a domicilio del producto, para lo que necesitábamos generar un pequeño almacén de despacho y establecer un acuerdo con un Courier para la entrega, que recogía los productos en el almacén para ser entregados.
La metodología estaba armada, ahora tocaba generar una campaña en los puntos de venta para que los consumidores conocieran el nuevo canal de venta para adquirir los productos. El primer paso fue mandar un mailing a la base de datos de clientes frecuentes para presentarles el nuevo canal de venta digital, y lo segundo fue la interacción de los vendedores en los puntos de venta físicos, indicando a los clientes que su próxima compra podrían hacerla desde su domicilio para recibirla en el mismo o bien recogerlo directamente en su punto de venta de confianza, a su elección.
El proyecto ha ido avanzando durante varios meses y hemos conseguido que se aun éxito. Los ingresos del nuevo canal de venta ya superan a las ventas de una tienda física, convirtiéndose en una tienda on-line de la marca, y actuando como un complemento más de integración de los diferentes canales de venta on-off.