Cuando nuestro negocio ofrece un producto o servicio, hay que saber venderlo más allá de lo que a primera vista puede parecer. Gracias a la inteligencia comercial, podemos sacar un valor extra a todo aquello que vendamos, que favorecerá la decisión de compra final de nuestro cliente.
La inteligencia comercial, también conocida como BI por su nombre en inglés Business Intelligence, consiste en el conjunto de aptitudes intelectuales que permite a una persona percibir y comunicar el lado comercial de las ideas.
Darle valor a nuestra idea nos permitirá que el target de nuestro negocio quiera comprarla; este concepto tiene que ver con un modo concreto de procesar la información. La inteligencia comercial es una especie de inteligencia práctica, que se orienta a detectar y hacer ver el lado valioso de las cosas.
El principal objetivo, a través de todo esto, es analizar el flujo de información desde las fuentes hacia los usuarios, intentando optimizar recursos y tiempos, contribuyendo de esta manera al proceso de toma de decisiones.
Pero, ¿cómo aplicamos la inteligencia comercial a nuestro negocio? Cada vez son más los procesos que podemos aplicar para alcanzar nuestros objetivos de ventas de una forma mucho más eficiente. Os mostramos algunos ejemplos:
Las cinco ventajas más destacables de la inteligencia comercial son:
En Salesland, contamos con más de 11.500 trabajadores/as que trabajan día a día por alcanzar los objetivos de cada uno de nuestros clientes. Si quieres saber más acerca de cómo es nuestro gran equipo, haz click aquí para no perderte ningún detalle sobre cómo trabajamos y hacemos que nuestros clientes alcancen siempre sus metas de forma satisfactoria.
* NOTA INFORMATIVA DE COMUNICACIÓN: Se ha utilizado el masculino como genérico sin que esto suponga ignorancia de las diferencias de género existentes, al efecto de no realizar una escritura demasiado compleja.