Cierro los ojos y recuerdo el primer día que me incorporé. Desde entonces, han pasado 12 años y ...
Hola a todos y todas, mi nombre es Ana y soy responsable del departamento de Selección y Formación en Salesland para España y Portugal. Formo parte de Salesland desde 2007.
Cierro los ojos y recuerdo el primer día que me incorporé. Desde entonces, han pasado 12 años, ¡compartiendo más de un tercio de mi vida con Salesland!
Durante este tiempo, son varias las posiciones que he desempeñado, comenzando por un puesto de prácticas mientras estudiaba en la universidad, técnico de Selección y Formación, Consultora, Coordinadora, y Terminando como Responsable de Selección y Formación para España y Portugal, gestionado un equipo de más de 40 personas.
Pero, si tengo que destacar una de mis etapas más bonitas, es la que comencé en mayo del año pasado en Portugal. Todo empezó en una Reunión de Estructura de la compañía, donde nuestra antigua y querida CEO nos pidió a cada uno que pensáramos en un reto para asumir en 2018. Yo acababa de conocer a Alberto Soto, nuevo Head Office de Portugal, y para quien no le conocéis, es una persona especial, con unos valores muy fuertes e imprescindibles para mí, como son la bondad, la transparencia, el compromiso y el esfuerzo.
Él acababa de llegar de Salesland LATAM y tenía un objetivo muy ambicioso que era “transformar” el país en pocos meses, y pensé que en algo podría ayudarle, así que, sí, me invité sola. Pensé que sería sencillo, si en España había conseguido crear y formar un equipo fuerte, profesional, allí sería tan fácil como replicar las metodologías y maneras de actuar…y, la verdad que esto fue factible, pero no contemplé las peculiaridades del país que, como es obvio, existen.
Durante este año, son muchas las adversidades que nos hemos encontrado, desde la manera “informal” de reclutar (allí las redes sociales son nuestro mayor aliado) hasta la forma de afrontar los retos, interiorizar los objetivos, el bajo porcentaje de desempleo en el país (algo maravilloso). Sí, han sido muchos los momentos en los que me replanteaba, ¿en qué momento decidí auto-invitarme? Sobre todo, porque en el inicio no tenía “familia” portuguesa, te sientes sola viviendo una semana sí y otra no fuera de casa, el tiempo un tanto gris y, además, muy alejada de tus expectativas profesionales. Pero esta sensación fue efímera, ya que esto sólo fueron los dos primeros meses, después, mi manera de sentir el cambio y el país me enamoró y atrapó.
Si algo me ha enseñado esta experiencia, es que el salir de tu zona de confort es complejo y delicado, pero también lo más bonito que una empresa te puede regalar, así que HÁZLO, sé curioso, NO TE LO PIENSES, son regalazos que no vuelven y que debemos agarrar con fuerza.
Hoy me siento AGRADECIDA por todo lo que Salesland me ha enseñado, por la profesional en la que me he convertido y por todas las personas que, de una manera u otra, me habéis acompañado, escuchado, ayudado a crecer y, sobre todo, querido.
Es mucho tiempo, pero también es mucho el agradecimiento que siento porque, no sólo he crecido profesionalmente, que ha sido mucho, si no también personalmente. Salesland me ha acompañado en momentos muy bonitos y muy duros personales y me apoyó, cuidó e incluso permitió dejar en un segundo plano mis responsabilidades… algo increíble cuando de una organización privada se trata.