Hace dos años y dos meses ingresé a Salesland apostando todo, con temor, pero con ganas de dar todo de mí. Quién iba a pensar que terminaría recibiendo la misma confianza que yo deposité desde el inicio...
Inicié mi labor como Analista de Formación en Perú, realizando el dictado de talleres y brindando nuevas propuestas de intervención en sala. Cada día de taller era un reto, un espacio nuevo que estaba dispuesto a conquistar. Poco a poco, pasé de buscar a los clientes internos para dictar los talleres de formación a ser buscado, ya que mi rol estaba centrado en guiar los requerimientos de las áreas, mantener un orden y apostar por las habilidades de los colaboradores para el logro de sus objetivos comerciales. De esta forma, los requerimientos de los clientes fueron en aumento, el área de formación estaba tomando mayor solidez y presencia gracias a nuestro trabajo como equipo, y yo me sentía muy orgulloso de todos estos buenos resultados.
Faltando 4 meses para cumplir los dos años en la compañía, la Gerente de Talento Humano, Yasmín Valdez, me preguntó: “¿Cómo te ves en Salesland?” Recuerdo muy bien que contesté: “Quiero tener el puesto de mi jefe”. Nunca pensé que me hablaría de los cambios que vendrían y que estaba depositando toda su confianza en mí para asumir un nuevo rol, el de Coordinador Nacional de Formación para la línea de negocio de Punto de Venta y Desarrollo del Talento.
No sabía qué decir, solo sabía que podía apoyarme mucho en ella y en Verónica Martín (Coordinadora de Formación LATAM). Los retos no dejaban de llegar, debía aplicar todo lo que ya venía desarrollando, empoderar al gran equipo de trabajo de formación y delegar las funciones de formación en sala.
Me siento muy feliz de lo que he cosechado hasta ahora. Me enorgullece darles ejemplos a los colaboradores del crecimiento profesional que se vive en Salesland y ahora poder decir que soy uno de los que lo logró.
La base fundamental para poder llegar hasta aquí fue la confianza, y lo sigue siendo, pues estoy convencido de que es un pilar muy importante en mi relación con Salesland y lo pongo en práctica con mi actual equipo. Estoy en un constante proceso de mejora buscando la mejor versión del área, y puedo decir que lo estamos consiguiendo.
En Salesland, tenemos el apoyo y la oportunidad, e invito a todos los colaboradores a que demuestren ese compromiso, pasión y valentía que nos convierte en personas de éxito, con un pensamiento renovado y distinto cada día. Aquí se apuesta por el talento, y tú, ¿a dónde quieres llegar?