toda esta cadena de emociones y sentimientos para el mundo de fabricantes, retailers y comercios minoristas generan una actividad principal: LA CAMPAÑA DE NAVIDAD.
La Navidad es el periodo del año más importante para muchas familias. Las celebraciones familiares implican pasar momentos junto a nuestros seres queridos. La compra de regalos se convierte en un denominador común y el consumo se convierte en uno de los actores principales de nuestro cerebro. Pues bien, toda esta cadena de emociones y sentimientos para el mundo de fabricantes, retailers y comercios minoristas generan una actividad principal: LA CAMPAÑA DE NAVIDAD.
Trabajar en una campaña de Navidad implica una importante preparación de nuestros equipos de Marketing. Además de la preparación, necesitamos cuantificar nuestros objetivos, que serán ambiciosos, y donde nos jugaremos una parte muy importante de nuestro resultado anual. Y por último, serán nuestros equipos de GPV los encargados de presentar nuestros productos en las mejores condiciones para buscar la atracción del consumidor final.
La misión principal de un GPV es la de alcanzar los objetivos marcados. Debido al corto periodo de tiempo de la campaña de Navidad y al gran peso de sus resultados esperados, nada puede salir mal. En primer lugar, nuestros GPV harán una planificación de visitas a las tiendas dando prioridad a aquellas donde esperamos mejores resultados. Posteriormente el control de stock será un elemento clave. Una rotura de stock es una venta perdida. Para evitarla, necesitamos una buena planificación y una buena comunicación con nuestros distribuidores. Y por último, pondremos la guinda con la capacidad de persuasión a nuestros clientes. La visibilidad será determinante en nuestro resultado final. Lo que no se ve, no se vende. Para ello trataremos de convencer a nuestros clientes para que coloquen nuestros productos en los puntos visuales más atractivos de nuestro consumidor final y explicaremos las ventajas competitivas que tenemos sobre la competencia para justificar ese ansiado lugar de privilegio en las tiendas.
En conclusión, una buena campaña de Navidad es fundamental para el resultado final de una compañía. Nuestro objetivo será responder a las expectativas que generan nuestros consumidores finales. Para ello la figura del GPV será determinante en la consecución de los resultados.
Con un buen plan de marketing y unos objetivos ambiciosos y alcanzables engrasaremos la maquinaria para que nuestros GPV rubriquen en las tiendas el trabajo realizado y asesoren a minoristas y dependientes a vender nuestros productos. Si ponemos en marcha todo lo comentado en esta breve redacción, tendremos mucho a favor para lograr un excelente resultado de esta campaña de Navidad además de poner un gran broche final a este año 2019.